Enrique de la Mora y Palomar fue un destacado arquitecto mexicano que se dedicó principalmente al diseño de edificios religiosos, educativos y culturales. Su obra se caracteriza por su elegancia, funcionalidad y adaptación al contexto. Ahora mismo, te contamos quién fue Enrique de la Mora, cuáles fueron sus principales obras y por qué es considerado uno de los maestros de la arquitectura moderna mexicana.
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¿Quién fue Enrique de la Mora?
Nació en Guadalajara, Jalisco, el 15 de agosto de 1904.
Estudió arquitectura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de México, donde se
graduó en 1929. Durante sus estudios, trabajó como dibujante en el taller del
arquitecto José Villagrán García, uno de los pioneros de la arquitectura funcionalista en México.
En 1930, fundó su propio despacho junto con su hermano
Fernando y su amigo Carlos Lazo. En 1932, viajó a Europa y Estados Unidos para
ampliar sus conocimientos y contactos profesionales. A su regreso, se asoció
con el arquitecto Félix Candela, con quien realizó varios proyectos de
estructuras laminares de concreto armado.
Ya en 1942, tuvo un profundo interés por el catolicismo,
cambiando así su acervo creativo manteniendo un enfoque hacia el diseño de
edificios religiosos, tanto para la Iglesia Católica como para entidades
cristianas. Sus obras religiosas, por así decirlo, se distinguen por su
sobriedad, su luminosidad y su respeto al culto. También realizó obras civiles,
como escuelas, hospitales, teatros y museos.
Enrique de la Mora fue alguien que estuvo comprometido con
su profesión y con su país. Se hizo miembro fundador del Colegio de Arquitectos
de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes.
También participó como profesor en distintas universidades y
recibió numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes
en 1972. Naturalmente, Enrique de la Mora falleció en Ciudad de México el día
25 de diciembre de 1978, a los 74 años.
3 Obras mas importantes Enrique de la Mora
Enrique de la Mora realizó más de 200 obras a lo largo de su
carrera, tanto en México como en otros países. Brevemente descubramos 3 de las más interesantes.
Iglesia de la Purísima en Monterrey
Este templo comenzó a construirse en 19392 y es conocido
como la primera arquitectura religiosa de estilo moderno en México, así como un
precedente esencial para las construcciones de cascarón de concreto armado que
arquitectos como Félix Candela realizaron décadas después.
Además del arquitecto De la Mora, el arzobispo Tritschler es
apreciado hoy por los arcos que violaron las leyes de construcción de su época.
El 12 de septiembre de 1946, Enrique de la Mora y Palomar
recibió el Premio Nacional de Arquitectura por su labor de diseño. En otra
visita de la Virgen Niña, a la que se rinde culto desde 1698, Juan Pablo II
elevó el templo a la categoría de Basílica Menor y coronó la imagen en 1989.
Sala de Remates de la Bolsa de Valores de México
Félix candela y de la mora tuvieron la brillante idea de
implementar en esta gran obra un paraboloide hiperbólico que, según datos
históricos, fue el primero de su tipo y consiguió lo que la lógica le permitía:
utilizó los arcos parabólicos diagonales creados por los bordes para integrar
nervios de refuerzo con sección en V, enterrados sobre el vértice de cada
borde, que transportan los esfuerzos de la membrana hasta las esquinas de la
sala, donde encuentran apoyo.
La posición del cascarón, la primera de este tipo es
obviamente inusual. Se encuentra en el tercer nivel, en la parte trasera de la
estructura de ocho pisos, cuya fachada da a la calle Uruguay y, por tanto, es
inaccesible desde el exterior.
Entre el 20 de diciembre de 1954 y el 21 de julio de 1955 se
llevó a cabo su construcción. Ocupa un área rectangular de 14,10 x 25,50 m, con
una altura interior que varía de 8,25 m en el punto más bajo (donde se cruzan
los márgenes) a 10,50 m en los cuatro arcos perimetrales, que se reforzaron
exteriormente con vigas de canto.
Uno de los elementos clave del éxito del diseño fue la
decisión de inclinar suavemente estos arcos hacia el interior para resolver los
problemas de ventilación y permitir que la luz natural bañara tangencialmente
los muros verticales que encierran la zona. Así se creó una ilusión óptica que
dio al armazón una impresión de increíble ligereza y a la sala una agradable
luminosidad.
El espacio que ocupa el magnífico cascarón ha servido para
diversos fines desde que la Bolsa Mexicana de Valores trasladó sus oficinas a
Paseo de la Reforma; actualmente se utiliza como centro de atención telefónica
de una institución de inversión y se encuentra en excelentes condiciones. Con
este marco se inició la productiva sociedad profesional de Enrique de la Mora,
Fernando López Carmona y Félix Candela.
Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Madrid
Félix Candela estuvo a cargo de la iglesia en los años 1962
y 1963. La iglesia, apodada como el sombrero mexicano por su característica
geométrica, está situada en Madrid, en la calle de Puerto Rico número 1. Junto
al ingeniero José Antonio Torroja, participaron en el proyecto Enrique de la
Mora y el español José Ramón Azpiazu.
La iglesia está construida con planta octogonal de 53,74
metros de circunferencia. Los fieles se agrupan en torno al altar en gradas que
recuerdan anfiteatros, con el altar en el centro. La circulación por el
perímetro se ve facilitada por un gran pasillo elevado sobre el nivel de las
gradas. Por tanto, la iglesia tiene una forma profesional y comunitaria.
Se utilizó concreto armado para la construcción del primer
proyecto (de Candela y La Mora), pero sólo para el muro perimetral de la cripta
y el techo de la iglesia.
Sin embargo, sólo se laminaron la pared exterior de la
cripta y el techo de la iglesia. El techo está construido con una carcasa de
hormigón armado de 4 centímetros de espesor y ocho paraboloides hiperbólicos
(hypars), que están unidos por paneles de vidrio y se mantienen en su lugar
mediante piezas metálicas.
Félix Candela ya había utilizado celosías metálicas para unir
el hipar en obras anteriores como las capillas de San Vicente de Paal y San
José Obrero. Como en éstas, la penetración de la luz natural mejora la ilusión
de volumetría interior.
¿Por qué es considerado uno de los maestros de la arquitectura moderna mexicana?
Es considerado uno de los maestros de la arquitectura
moderna mexicana gracias a su aportación a la cultura arquitectónica nacional e
internacional. Su obra se caracteriza por el reflejo intencional humano, la esencia
que transmitió a través de la arquitectura.
Las habilidades persuasivas en el dominio técnico y de diseño estructural, lo cual le permitió crear formas innovadoras y expresivas con
ayuda de materiales como el concreto armado, el acero y el vidrio.
Su sensibilidad estética y espacial, que le llevó a crear
ambientes armónicos, funcionales y adaptados al contexto físico y social.
Atípicamente poseía un compromiso ético y social, que le
impulsó a diseñar edificios que responderían a las necesidades y aspiraciones
de sus usuarios y que contribuyeron al desarrollo cultural y educativo del
país.
Sin más que decir, Enrique de la Mora es un arquitecto que supo combinar la tradición y la modernidad, la razón y la emoción, la forma y el contenido. Su obra sigue viva, es un ejemplo de creatividad, calidad y belleza que sigue vigente y nos llenará de inspiración hasta el final de los tiempos.