El concepto de repellado es una técnica constructiva que consiste en aplicar una capa de cemento o mortero, como lo conozcas, sobre una pared o muro. Un procedimiento que tiene como objetivo proteger, mejorar y preparar la superficie para recibir otros recubrimientos, como pintura, yeso, estuco etc. Incluso podemos descartar este último porque ya no es tan necesario repellar antes de aplicarlo.
Existen distintos tipos de repellado según el material o la
técnica que se utilice como: el acabado fino, grueso, estuco, o rústico. Para
lograr un repello fino excelente se debe tener la experiencia y habilidad
necesaria que le permita al oficial o encargado de ejecutarla, preparar la
superficie, la mezcla, aplicar las capas, rayarlas y curarlas.
Durante la construcción, esta tarea es considerada de las
más importantes, debido a que su mala ejecución puede resaltar irregularidades
en muros o plafones. Esta actividad necesita materiales sencillos, como el
cemento, arena, agua y algunas herramientas.
Si te dedicas a la construcción o simplemente quieres
mejorar el aspecto y la durabilidad de paredes o muros, aprender sobre este
término te interesa. En este artículo, te explicamos qué es, cuáles son los
tipos de acabado, cómo hacerlo y qué materiales se necesitan.
¿Que es el repellado?
Se denomina como repellado o revoque al mortero que se
practica para revestir muros y plafones en espacios interiores y exteriores.
Dichos elementos generalmente son de tabique o block de concreto.
Los espesores de repellado de pared deben ser delgados no
menor a los 5 milímetros, lisos, impermeables y homogéneos. En caso de requerir
repello grueso, el espesor ronda desde 1 centímetro hasta un máximo de 3.
Esta capa permeable sirve para varias cosas, pero su función
principal es proteger las construcciones la acústica sonora y de los cambios
climáticos. De esta forma, el enjarre bien realizado puede ofrecer: mayor vida
útil y resistencia.
También sirve para mejorar el aspecto y el acabado de
paredes o muros, ya que cubre las irregularidades y las imperfecciones del
material base. Además, prepara la superficie plana para recibir otras capas de
recubrimiento, como el aplanado o la pintura para muros.
Diferencia entre repellado y aplanado
Dejemos claro que el repellado y aplanado son distintos.
Hasta este punto entendemos que terminada una obra negra viene consigo la obra
gris, aquí empieza el oficio de revestimiento de muros y plafones. En este caso
se trata del repellado rústico, que es la primera etapa antes de lograr un
acabado final.
Ahora, el aplanado es la mezcla de cemento con arena que se
usa para cubrir y alisar la porosidad de la superficie ya repellada. Este
aplanado va por consiguiente seguido del repello fino y sirve para recubrir las
irregularidades y los surcos que quedan después.
Como resultado obtenemos acabados más finos y suaves.
También nos sirve para proteger los elementos de la construcción del deterioro
provocado por la intemperie, como las filtraciones o las grietas. Además, el
aplanado ayuda a mejorar el aspecto y la estética, proporcionando un plus de
calidad y detalle.
La segunda diferencia es el tipo de materiales que se
utilizan. Para el repellado serroteado se puede utilizar mortero típico. El
aplanado se crea con cemento más fino y suave.
Tipos de repellos
Existen varios tipos de aplanado para construcción
disponibles en el mercado, cada uno con sus propios usos y ventajas. Algunos
ejemplos incluyen revestimientos a base de yeso, revestimientos a base de
cemento, revestimiento a base de mortero de cal y revestimientos a base de
mortero de cemento.
Cada uno de estos materiales ofrece una variedad de
beneficios y desventajas diferentes y es importante que elijas el mejor para tu
proyecto. Si bien los revestimientos a base de yeso son extremadamente
duraderos y proporcionan un acabado muy refinado, requieren una mayor
preparación antes de su instalación.
Por otro lado, los tipos de aplanado para muros son más
resistentes a la humedad y más duraderos que los revestimientos a base de yeso;
sin embargo, los revestimientos a base de cemento también requieren una
preparación profunda. Por último, los revestimientos a base de mortero de cal y
cemento son mucho más fáciles de aplicar y duran mucho más tiempo, pero ofrecen
obtener acabados más rugosos y estándar.
Primeros pasos
- Prepara la superficie: Asegúrate que el espacio esté libre de polvo, grasa o restos de materiales y humedece el área de faena para facilitar la adherencia del mortero.
- Preparar la mezcla: Selecciona el material adecuado de tu preferencia acorde a las proporciones y acabado deseado. Las proporciones pueden ser recomendadas por el fabricante o por los expertos. Mezcla los ingredientes hasta obtener una consistencia homogénea y sin grumos.
- Aplicación del repello fino: Ayúdate de una cuchara o una llana plana metálica para tomar una porción de mortero y extenderla sobre la superficie con movimientos circulares o diagonales. Presiona la mezcla fuertemente adverso a la superficie para que penetre en los huecos y se adhiera bien.
- Raya la primera capa: previo a secar la primera capa de repello grueso, se debe rayar la superficie de grano fino con una regla o peine metálico para crear surcos o ranuras. Esto facilitará la adherencia de la segunda capa.
- Aplica la segunda capa: Después de que seque la primera capa (cuando menos 24 horas), se debe aplicar una segunda siguiendo el mismo procedimiento que la anterior. Esta debe ser más fina y debe alisarse con una llana o una esponja.
- Curado: Cuando termine el procedimiento anterior, espera a que fragüe la segunda capa (aunque sea 48 horas). Humedece el área con agua temperatura ambiente durante tres días consecutivos. Esto evitará grietas.
¿Qué materiales necesitas para enjarre fino?
Como anteriormente mencionamos, el repello es una
combinación de agua, arena y cemento. Para preparar la mezcla, usa cemento
hidratado de la marca que quieras y divídelo en 1 sección por cada 3 de arena.
Para hacer una pasta firme y maleable, agrega agua paulatinamente.
Materiales para mezcla de repello fino
- Cemento: Puedes adquirir materiales prefabricados, que ya vienen preparados o hacerlo con cemento, hidrato de cal, arena, según el repellado de paredes con cemento que se quiera hacer.
- Arena: Si optas por lo tradicional. Elige una arena de granulometría fina y filoso, que ayude a dar consistencia y textura al mortero.
- Agua: Usa agua limpia y sin cloro, que no altere la calidad del mortero.
- Cuchara o llana: Tus mejores aliados para tomar y extender el mortero sobre la superficie.
- Regla o peine metálico: Esta servirá para rayar y nivelar la primera capa de mortero y facilitar la adherencia de la segunda.
- Flota o esponja: Esta herramienta va para alisar y limpiar la segunda capa de mortero, lo que viene siendo el aplanado para muros.
Con esta información ahora no te pueden cuestionar en la
obra, sigue aprendiendo y si necesitas reforzar lo aprendido más adelante
puedes leer nuestro próximo artículo sobre el precio unitario de repellado en
muros, cuéntanos en los comentarios que te parece.