Se trata de una corriente arquitectónica revolucionaria que desafía las normas y redefine los límites de la forma y función de los edificios. Originado en la década de 1980, este movimiento desafía la geometría tradicional y busca descomponer y reconstruir la arquitectura de una manera provocativa y desafiante.
El deconstructivismo y deconstrucción es un movimiento arquitectónico
que nació a finales de los 80. La apariencia visual final de los edificios de
la escuela deconstructivista se caracteriza por una imprevisibilidad
estimulante y un caos controlado.
Algunos acontecimientos importantes en la historia del
movimiento deconstructivista fueron el concurso internacional del Parque
de la Villette de París, la exposición de 1988 del Museo de Arte Moderno de
Nueva York sobre arquitectura deconstructivista, organizada por Philip Johnson
y Mark Wigley, y la inauguración en 1989 del Wexner Center for the Arts de
Columbus, diseñado por Peter Eisenman.
Originalmente, algunos de los arquitectos conocidos que
practican este estilo fueron influenciados por las ideas
del filósofo francés Jacques Derrida. Eisenman tenía una relación personal con
Derrida, pero desarrolló su enfoque del diseño arquitectónico mucho
antes de convertirse en un deconstructivista.
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¿Cuál es su significado?
Jacques Derrida afirma que el deconstructivismo debe ser vista como una
extensión de su interés en el formalismo radical. Algunos seguidores de
la tendencia deconstructivista también fueron influenciados por la
experimentación formal y los desequilibrios geométricos de los constructivistas
rusos.
Hay referencias adicionales en la arquitectura
deconstructivista en varios movimientos del siglo XX: la interacción
modernismo/postmodernismo, expresionismo, cubismo y arte contemporáneo. El
intento del deconstructivismo es liberar a la arquitectura de las reglas
modernistas, que sus seguidores juzgan como constrictivas, ya que "la
forma sigue a la función". "la pureza de la forma" y "la
verdad de los materiales".
Esto incluye ideas de fragmentación,
procesos no lineales, procesos de diseño, geometría no euclidiana, negando
polaridades como la estructura y el revestimiento. Muchos críticos ven esto como un mero ejercicio formal con poco
significado social.
La esencia del Deconstructivismo
El Deconstructivismo se caracteriza por su enfoque en la
fragmentación, la manipulación y la descontextualización de los elementos
arquitectónicos convencionales. En lugar de seguir las formas tradicionales y
predecibles, los arquitectos deconstructivistas buscan romper con las
convenciones establecidas y crear estructuras que desafíen la percepción y la
lógica.
En el corazón del Deconstructivismo en arquitectura se encuentra la idea de
cuestionar las normas y deshacerse de las restricciones impuestas por la
arquitectura convencional. Los arquitectos buscan explorar nuevas formas y
visiones en sus diseños, creando edificios que desafían las expectativas y
sorprenden a quienes los observan.
¿Qué es el deconstructivismo en arquitectura?
El deconstructivismo es un estilo arquitectónico que, para los arquitectos forma parte del reto en lo posible de liberar el poder de la estética y la utilidad del antropocentrismo; y si es posible, de construir obras arquitectónicas de alta envergadura, renunciando a los principios fundamentales de la tectónica, equilibrio, verticalidad y horizontalidad, y en medida de lo posible, crear una estructura descentralizada “sin Dios”.
Es una tendencia internacional que desde comienzos de los años ochenta busca una fragmentación del cuerpo arquitectónico y una reorganización heterogénea y aparentemente colapsante de los elementos arquitectónicos que la componen.
También es considerada un movimiento filosófico el cual fue originado principalmente por el filósofo francés Jacques Derrida ya que “deconstrucción” y “deconstructivismo” son términos que Derrida introdujo en la crítica literaria de esta forma de leer la obra, creando conscientemente un conflicto entre el significado del texto y su interpretación aceptada.
Un tejado o losa en arquitectura deconstructivista, por ejemplo, puede percibir la función de un tejado, pero al mismo tiempo se muestra como un elemento de diseño independiente que también existiría fuera de su contexto arquitectónico, relacionado con la escultura o el diseño, el deconstructivismo se presenta como un conglomerado de formas dentadas y heterogéneas que no sólo documenta la mayor labilidad, sino que también crea la impresión de que se derrumba en cualquier momento.
Mas, sin embargo, la ruptura con el diseño típico se realiza con líneas rectas y simétricas donde las formas aparentemente inestables se mantienen firmes en el suelo y, por lo tanto, juegan con nuestros hábitos espaciales a los que no acostumbramos donde la simetría, el orden y la regularidad pierden su significado.
No obstante, tal estilo se opone a las normas restrictivas de la arquitectura moderna, por la fidelidad a los materiales, la pureza de la forma o la funcionalidad de las formas. El deconstructivismo en arquitectura también rechaza la regla de utilizar el ornamento como efecto secundario o como elemento decorativo.
Es un lenguaje real capaz de comunicar valores siendo este estilo un “texto de piedra” que transmite la idea donde el arquitecto se convierte aquí en narrador, capturando su fascinante narrativa en el material, en el edificio. Los postmodernistas en la arquitectura por lo general creen que todo nuestro conocimiento sobre el mundo es sólo la esencia de las historias que la gente cuenta.
Varios autores del deconstructivismo eligen como fuentes
diferentes épocas y autores de la vanguardia rusa, por ejemplo, Rem Koolhaas y
el trabajo de Zaha Hadid se centra en las vanguardias tardías y especialmente en
la arquitectura “antigravitacional”.
Historia
El deconstructivismo se originó a finales de la década de 1980 en Estados Unidos, particularmente en Los Ángeles, California y varios países europeos. El cual, posteriormente adoptó una actitud de confrontación con la historia de la arquitectura y quiso “deconstruirlo”.
Mientras que la arquitectura posmoderna volvió a retomar las referencias históricas que el modernismo, quizás irónicamente, había rechazado, el deconstructivismo rechazó la aceptación postmoderna de tales referencias y la idea del ornamento como reflejo o decoración.
Los avances progresivos en la arquitectura deconstructivista, se utilizan a menudo con fines puramente formalistas, alejándose de las soluciones racionalistas y pasando a las tareas de construcción.
El término «deconstructivismo» que fue introducido por el filósofo francés Jacques Derrida, se utilizó en la crítica literaria para denotar esta forma de leer la obra, cuando se crea deliberadamente un conflicto entre el significado del texto y su interpretación aceptada. Este método se extendió tanto a las artes visuales como a la arquitectura en respuesta a la filosofía metafísica occidental.
Sin embargo, el concepto de deconstruccionismo debe ser entendido explícitamente con la condición de que los dos conceptos no tienen nada que ver con la estructura. El deconstruccionismo es simplemente eliminar la esencia de la arquitectura comun por asi decirlo.
Nikos Salingaros llama al deconstructivismo una "expresión viral" que penetra en el pensamiento del diseño para construir formas destruidas; extrañamente similar a las descripciones de Derrida y Philip Johnson, es una dura condena de todo el movimiento.
Otros puntos de crítica son similares a los de la filosofía deconstructivista puesto que el acto de deconstructivismo no es un proceso empírico, puede llevar a lo que un arquitecto quiera, y por lo tanto sufre de una falta de consistencia.
Hoy se tiene la impresión de que los fundamentos filosóficos del comienzo del movimiento se han perdido y que sólo queda la estética del deconstructivismo.
Por esta razón, se cree que fue influenciado por el arte y la arquitectura de los años 20, pero sobre todo la base teórica del movimiento deconstructivista fue desarrollada por el filósofo francés Jacques Derrida, durante el movimiento argelino.
Derrida es considerado el padre del movimiento filosófico y literario «deconstrucción» característico de la arquitectura posmoderna. El deconstruccionismo coexiste con otros estilos como la alta tecnología, la arquitectura sostenible y la nueva arquitectura organizacional de Toyo Ito.
El concepto de deconstrucción también menciona la influencia del arquitecto postmoderno estadounidense Robert Venturini en su obra Complejidad y contradicción en la arquitectura. Por otra parte y sobre la misma línea, ha sido influenciada por el minimalismo y el cubismo.
Uno de los puntos fuertes del diseño en la arquitectura deconstructivista fue el concurso de arquitectura Parc de la Villette en 1982., especialmente con la obra de Jacques Derrida y Peter Eisenman y la premiada de Bernard Tschumi, al igual que con la exposición de 1988 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, organizada por Philip Johnson y Mark Wigley.
Tschumi observó que el trabajo de esos arquitectos era un «movimiento» o un nuevo «estilo», sacado de contexto y que mostraba una falta de comprensión de sus ideas, y creyó que el deconstructivismo era simplemente un movimiento contra la práctica del postmodernismo «formas de templos dóricos hechos de madera para construcción contrachapada».
Arquitectos Deconstructivistas
El movimiento deconstructivista, se basó en diferentes
influencias, tales como el filósofo Jaqués Derrida, las vanguardias y el
constructivismo ruso. Por ello, es posible percibir, a la hora de estudiar las
obras de los principales arquitectos del movimiento, que fueron abordando el estilo de diferentes maneras diferenciando las obras de cada uno. Algunos de los arquitectos que se destacan son:
- Peter Eisenman
- Zaha Hadid
- Frank Gehry
- Rem Koolhaas
- Daniel Libeskind
- Bernard Tschumi.
Otros autores de la arquitectura deconstructivista, por
el contrario, se sienten atraídos por las composiciones dinámicas
arquitectónicas y pictóricas de las primeras vanguardias o por composiciones
equilibradas.
Un arquitecto deconstructivista puede ser capaz de
cambiar el significado no sólo de sus propias obras, sino también de las de
otros, haciendo que la imagen de la ciudad, se introduzca en un pequeño pero
resonante grano de posmodernismo.
El deconstructivismo en la arquitectura fue un
fenómeno efímero asociado con el período unos años antes y unos años
después de la exposición Arquitectura deconstructivista en el Museo
de Arte Moderno en Nueva York. Siendo este uno de los estilos arquitectónicos
más complejos. No reconoce la tipicidad, requiere un estudio cuidadoso.
Individualidad y descuido, simetría y claridad de líneas este estilo
combina lo imposible.
Características del deconstructivismo arquitectónico
La declaración oficial de las características del
deconstructivismo se debe al arquitecto M. Wigley, comisario de la
exposición con P. Johnson. Siete arquitectos exponen: F. O. Gehry, D.
Libeskind, R. Koolhaas, P. Eisenman, Zaha Hadid, el grupo Coop Himme(l)blau y
B. Tschumi. Común a su investigación es el interés en el trabajo de
los constructivistas soviéticos de la década de 1920 que fueron los
primeros en romper la unidad, el equilibrio y la jerarquía de la composición
clásica para crear una geometría inestable con formas puras desarticuladas y
descompuestas.
Las características de la arquitectura
deconstructivista son elementos caóticos y fragmentados, rocosos e
inclinados. Los complejos diseños espaciales tienen un material diverso,
algunos de sus rasgos característicos son la idea de fragmentación, la
superficie y el revestimiento de la estructura, las formas que perturban el
espacio dominante, la estructura de todo el edificio da la impresión de un caos
controlado.
- Fragmentación espacial: Al dividir toda la estructura en los primeros factores, los elementos individuales de la estructura son un arte en sí mismo.
- Rompimiento de las reglas comunes establecidas: Los creadores del deconstructivismo cruzan las fronteras. Cuando todos eligen una línea recta, por ejemplo, seguramente elegirán una curva o una retorcida.
- Desorden artístico: Este estilo es una negación de la arquitectura minimalista. Aunque las corrientes tienen muchas características en común, pobreza, austeridad, falta de adiciones, el deconstructivismo no tiene nada que ver con la simplicidad y el orden minimalista.
- Soluciones exteriores e interiores: Este punto se caracteriza por hacer el uso de muros curvados, carencia de estructuras constructivas simples, e ideas impredecibles en la esfera arquitectónica.
- Arte por arte: Uno de los mayores inconvenientes de esta tendencia es la falta de usabilidad. Los críticos admiten unánimemente que se trata de "arte por arte" que no se puede utilizar en la vida cotidiana. Las soluciones no son funcionales, son incómodas y duraderas.
- Caos controlado: Los edificios y las construcciones en un estilo deconstructivo parecen como si estuvieran a punto de volcar en un momento. Están diseñados con la idea de estimular la imaginación.
En el deconstructivismo, el principal efecto dominante es
crear el efecto de desnivel y curvatura. Para demostrar este efecto en la
pared, es posible utilizar varios métodos. La introducción de paneles de yeso o
piedra artificial, para cubrir la madera con pintura texturizada. Los espejos
de formas atípicas e inusuales, trapecios, rombos, y triángulos son especialmente
honrados. El mejor método para decorar muros es usar pintura de silicato ligera en un
solo tono.
También se caracteriza por el manejo
extraordinariamente libre y lúdico de los elementos y el diseño de estructuras
arquitectónicas. Categorías familiares como la regularidad, el orden o la
simetría son en gran medida ajenas a ella.
A diferencia de la arquitectura tradicional, el
deconstructivismo rompe el orden fijo desde arriba y desde abajo, resiste
la fachada ortogonal o las estructuras espaciales, y transforma los elementos
arquitectónicos (por ejemplo, techos, escaleras, puertas, ventanas) en
valores de forma autónoma cercanos a la escultura y a la arquitectura industrial.
Otra característica particular es el pronunciado y
delicado juego de luces y sombras en los componentes arquitectónicos,
combinado con un dinamismo inusual. Aunque se prefieren las
formas geométricas, el deconstructivismo se defiende contra el orden racional y
equilibrado de las masas arquitectónicas del constructivismo.
Datos finales
El Deconstructivismo es una corriente arquitectónica audaz y vanguardista que desafía las normas y redefine la forma y la función de los edificios. A través de la desconstrucción y la manipulación del espacio, los arquitectos deconstructivistas logran crear obras maestras que desafían las expectativas y capturan la imaginación. El legado del Deconstructivismo perdura en la arquitectura contemporánea y continúa inspirando a futuras generaciones de arquitectos a pensar más allá de los límites establecidos.